cambio exterior

No cambias si te limitas a cambiar tu mundo exterior. Si consigues un nuevo trabajo, un nuevo cónyuge, una nueva casa, un nuevo gurú o una nueva espiritualidad, eso no te cambia. Es como imaginar que cambias tu caligrafía cambiando de bolígrafo, o que cambias tu capacidad de pensar cambiando de sombrero. 

Eso no te cambia realmente, pero la mayoría de la gente gasta sus energías en tratar de reorganizar el mundo exterior para que se adapte a sus gustos. A veces lo consiguen, por unos minutos, y obtienen un pequeño respiro, pero están tensos incluso durante ese respiro, porque la vida siempre está fluyendo, siempre está cambiando.

Anthony de Mello

Esta entrada fue publicada en psicología, zen meditación. Guarda el enlace permanente.